domingo, 6 de enero de 2013

Qué más da si vas o vienes, si el mundo es redondo.

Foto por Andrea González Güemes

 
No importa cuántos océanos vacíes,
las olas siempre rompen en la misma orilla.
Lo mismo da una que un millón de agujas
 perdidas en este pajar,
solo la de la rueca te deja dormir en paz.